Uno de los aspectos que más influyen a la hora de elegir un PC es su rendimiento. Esto se traduce a la capacidad que tiene el equipo para gestionar cualquier tarea en poco tiempo. Ejemplo, al editar un vídeo decimos ‘máximo rendimiento’ cuando el renderizado se ejecuta en el tiempo más breve posible. En caso de estar jugando, lo asociamos a una tasa de frames superior, que hace que el procesador pueda renderizarlos en menor tiempo.
En cambio es complicado reconocer qué componentes participan en la ganancia de más rendimiento. La clave está en la capacidad del procesador, ya que éste será el encargado de brindar un mejor rendimiento. Sin embargo hay otros elementos que agilizan este proceso, como la memoria RAM o el almacenamiento, quienes permiten a las computadoras finalizar las tareas en poco tiempo.
Cómo funciona un procesador de PC
Antes de responder esta pregunta te diremos cómo funciona un microprocesador. Éste es el encargado de procesar las órdenes que constituyen los programas ejecutados o del mismo sistema operativo. Dichas ordenes proceden de las memorias caché de distintos niveles (L1, L2 o L3). Cada una de estas memorias tiene su ventaja, y aquí te lo explicaremos.
En el caso de la L1, es aquella que se encuentra más cerca de los núcleos del procesador, y por ende es la más veloz pero tiene poca capacidad. Por su parte la L2 es de menor velocidad, aunque cuenta con mayor capacidad. Por último, la memoria caché L3 es la más lenta y extensa.
Un procesador lleva a cabo las indicaciones que se encuentren en la memoria L1. Casi todas las funciones de los procesadores es predecir que instrucciones se realizarán para enviarlas a la L1. De no estar allí, el hardware la hallará en la L2, sino en la L3. En caso de no encontrarla en ninguna de ellas, irá a la memoria RAM, sino le quedará como último recurso la unidad de almacenamiento.
El inconveniente es que la velocidad de dichas memorias se reduce mientras guardamos distancia del procesador. Las velocidades de cada una de ellas varía pero más o menos esté es un ejemplo general para que te puedas hacer un idea.
- L1 – velocidad 300 GB/s
- L2 – velocidad 150 GB/s
- L3 – velocidad 90 GB/s
En caso que el procesador acuda al almacenamiento del disco, notaremos que la velocidad se reducirá. Un disco duro habitual es capaz de obtener velocidades entre 50 y 150 MS/s; en cambio el modelo SSD alcanza los 2 y 3 GB/s con latencias medidas en microsegundos para discos SSD y milisegundos en HDD.
La latencia es un elemento influyente ya que mide el tiempo que demora la memoria en realizar una transferencia de datos. Por ejemplo, si hay 1.000 peticiones de lectura de archivos pequeños, un disco HDD con latencia de 10 ms, usaría 10.000 ms y tardaría 10 segundos.
Caché, disco y RAM: los tres pilares
Como la caché L1 es mínima, es normal que el CPU trabaje en conjunto con el resto de las memorias caché y la RAM. La gran dificultad se basa en que los datos o las directrices no se encuentren en la RAM y haya que entrar y utilizar la unidad de almacenamiento.
Si el disco duro es HDD (magnético o tradicional) tendremos que esperar que el ordenador acabe sus tareas. El ejemplo más claro es cuando se enciende o apaga el equipo, porque en ese momento el sistema debe finalizar todos los procesos. En cambio, si el disco es SSD, utilizando el ejemplo de arriba, el proceso será muchísimo más rápido y por tanto el usuario lo verá como una gran mejoría de rendimiento y velocidad. Actualmente las laptops cuentan con discos sólidos o SSD.
También es importante que el equipo disponga de una buena o decente memoria RAM para moderar los datos y órdenes por parte de los programas abiertos. Por ejemplo en Photoshop, el almacenamiento temporal utilizado para trabajar puede requerir de unos cuantos GB. En caso de que el archivo temporal sea superior a la cantidad de memoria utilizable, se tendrá que manejar un archivo temporal en disco para frenar el trabajo. Es el escenario de los ordenadores con memorias RAM de 4GB mientras usan programas como Adobe Premiere o Photoshop.
Este problema dejaría de preocuparnos si tu equipo dispone de una RAM de 8 GB. Pero si somos de lo que al momento de trabajar utilizamos varios software es mejor optar por una memoria de 16 GB o incluso de 32GB de RAM.
Esto resta el rendimiento de la RAM
Hay casos que la configuración de los módulos de la RAM puede perjudicar su rendimiento. El procesador puede trabajar con dos canales de comunicación al mismo tiempo con la RAM si dicha memoria se instala de dos módulos. Así el envío de datos puede doblar la velocidad en comparación a la configuración de un solo canal.
Hay ordenadores modernos que poseen un sólo módulo de 4 GB, 8 GB, 16GB, en lugar de dos de 4GB o dos de 8 GB. Consejo: si quieres que el rendimiento de tu equipo sea sobresaliente elige aquellos ordenadores que tengan dos módulos de RAM. Luego lo agradecerás.
Pasando a otro tema: la velocidad medida en megahercios. Lo más recomendado es que el número sea elevado, mientras más elevado pues mejor. Los módulos de las laptops actuales son de memorias DDR4 2133 / DDR4 2666, en referencia a la velocidad del reloj (Mhz).
En caso de que los gráficos del computador estén incorporados al procesador vamos a requerir de su máximo rendimiento, y se recomienda elegir aquellos ordenadores en el que la velocidad de la memoria sea la más alta.
La CPU tiene más peso
Si, la CPU es el músculo principal en esta contienda a pesar de que la RAM y el almacenamiento juegan un papel clave. Todo dependerá del número de núcleos, la memoria caché, la velocidad del reloj para que el rendimiento del equipo sea óptimo.
Hay ordenadores de alta gama que incluyen procesadores de hasta 8 núcleos como es el caso del Core i9-9880H, ideal para gaming, diseñadores gráficos, productores musicales, entre otros.
Como recomendación final si tienes planes de comprar un ordenador, trata de elegir uno que tenga una memoria de 8GB para un uso corriente, o de 16 GB si es para tareas más complejas, y con un almacenamiento mínimo de 256 GB en un disco SSD. En el caso de los procesadores bastará con uno de cuatro núcleos y ocho hilos pertenecientes a los Core i5 o Core i7. Si querer un equipo para actividades como gaming es necesario optar por uno de 6 núcleos y 12 hilos.